La incorporación de la madera y su beneficio es un hecho evidente que se ha demostrado a través de numerosos estudios. Los datos demuestran que la madera procesada correctamente es un material ideal y seguro para los entornos más frágiles de la tierra.
La Madera es reciclable: sus derivados no requieren de procesos industriales sofisticados para su conversión en material para tableros, pasta de papel, serrines, biomasa, etc.
La Madera es biodegradable: ningún producto elaborado a partir de este material presentará problemas de contaminación de suelos, aguas o atmósfera.
La Madera contribuye a reducir el cambio climático: las extensiones forestales dedicadas a la silvicultura actúan, al igual que los bosques naturales, como sumideros de Carbono, fijando el CO2, que es el principal causante del "Efecto Invernadero" que provoca el calentamiento global. Adicionalmente, los productos elaborados con madera (muebles, suelos, paredes, marcos, etc.) mantienen el efecto de "almacenamiento del Carbono" durante toda su vida.
La Madera es sin duda el material de construcción más sostenible: Sus características estáticas combinadas con una estructura apropiada son insuperables. Su facilidad de tratamiento y manejo reduce los costes de la construcción de manera notable. Otro aspecto a destacar es la autoprotección de la madera frente al fuego. Los edificios de madera son más seguros.
La Madera es menos intensiva en consumo de energía: sus procesos de transformación (tala, transporte, aserrío, etc.) requieren en general mucha menos energía que otros materiales como el acero, el aluminio, los plásticos, el cemento. Los recursos naturales son un bien que ha de administrarse sabiamente, pues son la herencia de las futuras generaciones.
La madera proporciona eficiencia energética. No hay ningún otro material industrial que necesite tan poca energía para su producción, además gran parte de la energía utilizada en su transformación procede de fuentes renovables, siendo utilizados los propios residuos de la madera.
La madera gracias a su composición tiene la capacidad de regular la humedad y la temperatura ambiente, así como de filtrar y depurar el aire. No se carga electroestáticamente y absorbe la radiactividad natural. Dando lugar a ambientes calidos, naturales y confortables.
Fuente: Vivir con madera